sábado, 15 de febrero de 2014

La necesidad de equilibrio

Una nueva noche sacude viejas sensaciones ambivalentes.... intenta convencerme que el canto de victoria jamás es para siempre...

La oscuridad introduce su fría espada en mi espíritu. Sangro, eso siento, pero también comprendo que en mi esta la decisión de escoger entre el dolor o el sufrimiento. Soy un ser sintiente, ya basta que de dar crédito a esos dichos que satanizan al dolor... o a esas reacciones que divinizan el sufrimiento.

Comienzo a comprender que la lucha está en mantener el equilibrio; no en ignorar lo que sentimos. Nadie dijo que jamás volveríamos a llorar, o a sentir tristeza, o a caer como ave de presa, o tener miedos. He comprendido que soy un ser humano y como tal, me doy permiso a sentir todo lo que dentro de mi se mueva: dolor, odio, rabia, miedo... pero lo único que jamás me volveré a permitir, será quedarme estancada.

jueves, 13 de febrero de 2014

Ahora respiro

De alguna manera tenía que recorrer este espacio, este lugar. Desde la noche de los tiempos espera pacientemente por mi, pero ahora que le veo, percibo su impaciencia en el ambiente, su lenguaje se ha vuelto más conciso para señalarme mi camino. 
Ahora puedo ver mis sucios dedos palpar esta húmeda pared. Toco sus grietas, siento la ligera brisa que sale de ellas. Aquí me quede, justo en este lugar. Eso explica esta sensación de retornar. 
Ya no puedo postergar mi caminar, el camino a penas empieza, no sé qué me espera, ni  genera incertidumbre no saberlo. 
Ahora estoy consciente del aire que da vida a este cuerpo, del bombardeo de mi corazón nutriéndolo de vitalidad. No estoy lejos de mi materia, soy la materia, así como el espíritu que lo sustenta. No más abismos infernales, ni desprecios absurdos entre mi ser y la tierra. Mi sed se sacia de la fuente de conocimiento que posee mi desierto.